Enero es el mes más largo
Keila Vall de la Ville
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En este libro la autora venezolana convierte la cotidianidad en relato con personajes que viven en Caracas, Nueva York o Madison. Y cuando todo parece normal entre una joven que ayuda a una niña a enterrar un pez muerto, entre dos adolescentes rodeados de drogas y violencia, o en la vida de una mujer que busca canciones deprimentes para sobrellevar una separación, el tiempo narrativo se detiene, enero parece inacabable, y quedamos atrapados en un ambiente psicológico de muchas preguntas y pocas respuestas, palpando lo que es la adicción, saboreando la soledad. Y el miedo. La incertidumbre. O el extrañamiento que siente un inmigrante fuera de su país, cuando pierde los puntos cardinales o la luz de un faro. Los siete cuentos que componen el libro construyen vidas fragmentadas que siempre tienen algo que contar. A veces, como en “Fin”, entramos a los sueños de una narradora que intenta liberarse de ellos estando despierta. En otro cuento, una mujer espera a su amante en un hotel fronterizo y, cuando por fin la descubre tocando canciones con un cactus no sabe cómo acercarse a ella sin lastimarse. En “Lighthouse” Lau intenta reconstruir las últimas horas de su hermana Jac, muerta a los treinta y cinco años, y en el trayecto revela lo que es vivir con una adicción, los efectos letales en la familia de un adicto y que “lo contrario a la adicción no es la sobriedad: es la conexión”. No es el único cuento que trata este tema tan actual. También en “Todo en esta vaina es un flash” Clea y Cael, dos jóvenes músicos que consumen drogas, enfrentan lo que es perder a alguien cercano por una sobredosis de heroína. |
El tema de estar con un pie aquí y otro allá aparece en diversos relatos: en los personajes que no saben cómo interpretar un letrero de “Welcome” en una puerta trasera; en la expresión en inglés que de pronto aparece en la narración en español para explicar algo que sólo puede entenderse en esa lengua; o en las canciones que escucha alguna protagonista y que nos transportan a un mundo latinoamericano con las voces de Juan Gabriel, Julieta Venegas y Los Panchos, o al ámbito estadounidense de Johnny Cash, Fiona Apple o Dinah Washington. En “El Triángulo de las Bermudas, o “Te voy a contar quién soy”, el tema de la inmigración aparece en varias dimensiones. Encontramos ahí el deseo de obtener papeles, la necesidad de trabajar en lo que sea, limpiando casas y oficinas, cuidando mascotas, regando plantas, para ahorrar dinero. Y sobre todo las conexiones que uno establece en Estados Unidos con otros extranjeros.
Enero es el mes más largo es una colección que nos hace pensar en nuestra propia humanidad, en los miedos y deseos difíciles de cuantificar. En lo que es estar pendiente de un hilo, dispuesto a partir por una mejor oportunidad laboral. Y en la vida que está ahí para vivirla pero no para entenderla jamás.
Enero es el mes más largo es una colección que nos hace pensar en nuestra propia humanidad, en los miedos y deseos difíciles de cuantificar. En lo que es estar pendiente de un hilo, dispuesto a partir por una mejor oportunidad laboral. Y en la vida que está ahí para vivirla pero no para entenderla jamás.
Keila Vall de la Ville (Caracas, 1974) es autora de Los días animales (2016, International Latino Book Awards), Ana no duerme y otros cuentos (2016) y de Viaje legado (2016). Ha editado Entre el aliento y el precipicio, poéticas sobre la belleza / Between the Breath and the Abyss, Poetics on Beauty (2021) y 102 Poetas: Jamming (2014).
Enero es el mes más largo (2021) es una publicación de Sudaquia Editores. Haz clic aquí para comprar.
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